Esta receta que os dejo hoy sigue siendo de esas facilísimas que siempre os propongo y aunque en este caso necesitaréis más tiempo de preparación del habitual la dificultad es cero.
Ingredientes:
- 1 patata grande por persona. Las patatas seleccionadas para esta receta deben de ser de piel finita y blanquita ya que no las vamos a pelar.
- bacon
- queso rallado. Yo las hago con Enmental porque es el que más nos gusta en casa pero cualquier tipo de queso que se funda y se dore bien será válido.
Preparación:
El primer paso y fundamental es lavar cuidadosamente las patatas, ya que como digo no las vamos a pelar.
Una vez limpias las patatas tenemos que cortarlas como un libro, es decir, haciendo rodajas pero sin llegar al final para que no se separen.
Cuando tengamos las patatas cortadas, las salamos y en cada 'hoja' pondremos una tira de bacon. Yo las corté por la mitad porque son muy largas y quedan mejor que sobresalgan un poquito de la patata pero no demasiado.
Mientras realizamos el paso anterior podemos ir pre-calentando el horno a 200 grados, así cuando hemos acabado de poner el bacon ya podemos meter las patatas al horno directamente y dejarlas durante 40 minutos. Es muy importante ir comprobando con un tenedor la cocción de la patata para que no quede cruda. Si queremos le podemos poner un chorrito de aceite por encima pero es opcional.
Por último, les ponemos el queso rallado por encima y las volvemos a poner en el horno durante unos minutos, hasta que se vean gratinadas. Este paso lo puedes hacer cuando tus invitados están por la mitad de los entrantes y así, cuando llegue el momento de comerlas no tendrán que esperar y estarán recien hechas.
Buenísimas. Ya me contaréis...
Love,
Eva.
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