¡¡Hola!!
Aunque parece que ha pasado un siglo hace bien poquito teníamos todas nuestras energías y sentidos puestos en las navidades, y cuando llegaron a su fin parece que te falta algo...
¡¡¿y ahora qué?!!...
Pués ahora, San Valentín, Carnaval, Semana Santa,...Si te gustan las fiestas y celebraciones, siempre hay un motivo para estar ocupada.
Yo quería hablaros hoy de Els Vilars Rurals. Como sabéis si me vais siguiendo en el blog y las RRSS, pasamos unos días con mi marido y mi Peque y celebramos el Fin de Año en el Vilar Rural de Arnes, y quedamos tan contentos que he querido compartirlo con vosotras por si os estáis planteando una salida familiar en Semana Santa y no os apetece la típica salida a esquiar.
Si buscas grandes lujos o una experiencia romántica en pareja definitivamente éste no es tu sitio pero si vas con niños y quieres pasar unos días en familia donde los peques sean los protagonistas Els Vilars Rurals son el lugar ideal.
No es el típico hotel, un edificio con muchas plantas y todo cerrado. Tampoco es un camping con bungalows. Son una especie de aldeas ubicadas en Arnes, Sant Hilari Sacalm y Cardona. Las habitaciones son casitas, con dos habitaciones, una superior con terraza y la inferior con salida independiente al exterior y todas comunicadas por pasillos interiores. No son muy grandes, pero sí muy funcionales, donde no falta de nada, ni nada sobra, algo que, para las familias con hijos es un must.
Lo mejor es la agenda de actividades que organizan para los niños. Son actividades diarias pensadas para que los mayores estén con ellos y disfrutar en familia.
Desde la granja con personajes como la Masovera que ayuda a los niños a dar de comer a los animales y les invita a jugar con ellos, acariciarlos,...hasta talleres donde se les enseña a hacer cositas, tematizadas según la época del año.
También organizan actividades exteriores. Salidas en bicicletas, excursiones para conocer los alrededores, algunos deportes de aventuras para familias con niños más mayorcitos...
Nosotros hicimos la salida en bicicleta. Las alquilas y te dejan ir a tu ritmo y luego te recogen al final del recorrido y te devuelven en coche al Vilar. Al ser una Vía Verde no tiene pérdida. Una de las mejores opciones para disfrutar de los paisajes de la zona. Eso sí, te recomiendo que no hagas como nosotros, que organizamos nuestra salida el día más frío del siglo y, a pesar de ir bien equipados no pudimos recrearnos demasiado en los paisajes maravillosos por los que íbamos pasando, ya que nuestra mente estaba puesta en llegar al final. Aún así, debo decir que disfrutamos la experiencia. Y el entorno, que es una maravilla, como es la comarca donde nació mi madre, ya lo conocíamos, así que tampoco nos dejamos por ver nada nuevo para nosotros.
Por supuesto, alguna foto sí que quise hacer. Y me sirvió para darme cuenta de que necesito unos guantes para pantalla táctil XD
Lo bueno de pasar mucho frío es que la vuelta a lo calentito es un placer indescriptible y si encima te das un homenaje en una piscina climatizada toda todita para tí...ese placer no se puede explicar con palabras. La piscina está en el exterior, pero es climatizada y cubierta, así puedes ver los jardines, el parque, la niebla...y la gente muy abrigada mientras estás tan ricamente nadando relaxadamente en una piscina calentita. Nosotros comíamos muy prontito y nos íbamos enseguida a la piscina. Así nos la encontrábamos sin nadie y para cuando empezaba a llegar la gente nosotros ya nos estábamos retirando...
La comida es un bufet súper completo y variado, con showcooking y que la verdad es que a nosotros nos encantó.
Nosotros tenemos la suerte de tener un niño que es muy bueno y se porta muy bien, pero lo bueno de estos sitios es que si un niño se pone nerviosito, llora o tiene un día más revoltoso de la cuenta, nadie va a hacer sentir mal a los padres porque todos allí sabemos de qué va la cosa. Aunque eso no quiere decir que no haya rinconcitos donde relajarse.
Nosotros, además, al ir en Fin de Año, tuvimos la ocasión de asistir a la cena de gala. Los niños cenaron un rato antes y los monitores les estuvieron planteando juegos, bailes y actividades mientras los papis y mamis cenábamos sólo los adultos. Un poco antes de las doce nos reunimos con los peques y cotillón y uvas en mano recibimos el año nuevo en la plaza del Vilar, siguiendo la tradición del pueblo de Arnes, donde sus habitantes también se reúnen en la plaza del pueblo para tomarse las uvas. Una experiencia diferente para nosotros. Después, "discoteca" para adultos y niños y a dormir...
Os dejo el link para que os déis un paseo por su web.
Si os decidís a ir ya me contaréis vuestra experiencia que espero que sea tan buena como la nuestra ;)
Love,
Eva.
