Cuánto hacía de mi último post culinario!!
Pero vuelvo otra vez que una de esas recetas facilitas y resultonas que tanto nos gustan a las que vamos siempre liadas y tenemos poco tiempo pero que nos apetece hacer cosas ricas sin complicarnos demasiado.
Esta receta además es ideal para cuando los peques están en casa porque pueden colaborar en su ejecución, algo que les encanta y nos sirve para tenerlos un ratito entretenidos.
Vamos allá con la receta?
Ingredientes:
- Masa de hojaldre
- Crema pastelera Royal
- Leche
- Manzanas
- Huevo
- Azucar
- Papel de horno
Preparación:
Cubrimos una bandeja de horno rectángular con papel de horno (si no tenemos podemos usar el que viene con la masa de hojaldre)
Ponemos encima la Masa de hojaldre que podemos comprar estirada para facilitarnos el proceso
Recortamos los sobrantes de la masa y los reservamos para usarlos más adelante
Doblamos los bordes para darle profundidad para poner la crema y la manzana
Siguiendo las instrucciones del tarrito de Royal preparamos la crema. Ya veréis que es muy facil y vuestros peques os pueden ayudar.
No es necesario preparar toda la cantidad. Con 1/4 será suficiente, aunque si tenéis previsto realizar cualquier otro postre podéis prepararla toda teniendo la precaución de bo dejarla demasiados días en la nevera.
Mientras se enfría la crema podemos ir pelando y cortando la manzana en gajitos ni muy gruesos ni muy finos, como de medio centímetro estará bien. Con dos manzanas será suficiente. El tipo de manzana puede ser el que más os guste, yo he escogido la fuji porque no es muy ácida ni de textura demasiado 'terrosa' y creo que es la que le queda mejor a este postre, pero es cuestión de gustos.
Una vez fría la crema la extendemos sobre la masa con una capa fina, sin cubrir los bordes.
Encima colocamos las láminas de manzana.
Hacemos unas tiras con el sobrante de masa que teníamos reservado y lo disponemos encima de las manzanas a modo de reja. Este sencillo paso le da un toquecito más elaborado y no cuesta nada nada de hacer.
Calentamos el horno unos 10min a 200 grados y ponemos dentro nuestra tarta. El tiempo de cocción es de 30 a 35 minutos pero, como cada horno es diferente, lo vamos vigilando y cuando tenga un color doradito apagamos el horno y sacamos la tarta.
Mientras tenemos la tarta en el horno preparamos la capa de almíbar.
Batimos un huevo con tres cucharadas soperas de azucar y añadimos medio vaso de agua para aligerarlo.
Justo cuando sacamos la tarta del horno la pintamos con el almíbar que hemos preparado (este paso también lo pueden hacer los peques) y la volvemos a introducir en el horno apagado pero aprovechando que aún está caliente durante 10 minutos más.
Esperamos a que se enfríe y ya está lista para disfrutarla!!
Love,
Eva.
