viernes, 12 de septiembre de 2014

Alimentación y deporte: retomando buenos hábitos

El mes de septiembre, igual que el de enero, son meses de concienciación y buenos propósitos.
Todas nos hacemos la promesa de cuidarnos más y adoptar/recuperar los buenos hábitos. Y aquí, precisamente es donde está el Quid de la cuestión.
Creo que no es correcto ni oportuno por mi parte dar pautas para hacer ningún tipo de dieta. Mi primer y único consejo, en este sentido, es acudir al médico para una revisión de nuestro estado de salud para que certifique que puedes hacer una dieta y acudir a un dietista para que elabore un plan de actuación adecuado a tus circunstancias.
Sin embargo, sí que hay una serie de hábitos que se pueden y se deben adoptar si todavía no forman parte de tu vida, para sentirte mejor y que, paralelamente, te ayudarán a recuperar la línea y la forma física que tenías (o no) antes de los 'excesos' de las vacaciones. 

Aquí tienes cinco sencillos consejos que puedes aplicar para obtener grandes beneficios para tu estado físico sin comprometer para nada tu salud:


- Haz ejercicio: no se trata de lanzarse de cabeza al running de competición. Es más, cualquier tipo de ejercicio que queramos hacer pasa primero por una visita al médico. Pero hay actividades con las que no vamos a correr riesgos y que podemos empezar a realizar desde ya. Puedes optar por inscribirte en un gimnasio donde cuentan con asesores y entrenadores personales y, muchas veces, incluso con médicos, que te aconsejan y te hacen un seguimiento. O puedes empezar como hice yo, saliendo a caminar los sábados por la mañana, por el Parque Natural que tengo enfrente de casa, a paso rápido, durante un par de horas (o el tiempo que veas que tu cuerpo está con fuerzas) y poco a poco he ido incorporando running, pilates y mi propósito de combinarlo con spinning y fitness. Empezar a hacer ejercicio es duro, por eso no hay que exigirse demasiado al principio. Comprométete con un día a la semana y márcate otro día más como objetivo futuro. Ya verás qué fácil te resulta incorporarte el deporte. 




- Cuidar la alimentación es obvio y fundamental. Una vez nos hemos comido todas las tapas y todos los helados del mundo, toca hacer bondad. Durante seis días a la semana deberíamos darle la espalda a los fritos, embutidos, pasteles, bollería, grasas, salsas,...Todo lo que ya sabemos de sobras y abrazar las verduras, ensaladas, carnes y pescados a la plancha,...A mí me sirve muy bien de comodín el atún enlatado al natural y la piña en su jugo, recurso rápido y saludable para esos días en los que no te apetece ponerte a cocinar y tienes todos los números de caer en la tentación del bocadillo o fast food. Déjate un día libre a la semana para comer lo que te apetezca (sin desfasarte) como premio por haberte portado bien durante toda la semana.



- No picar entre horas: no hay mucho que añadir. Picar entre horas es lo peor. Si te ocurre por hambre quiere decir que no respetas las cinco comidas diarias. Ya sabemos que es dificil hacer cinco comidas completas al día, pero podemos intentar tomar un yogurt o un par de piezas de fruta a media mañana y a media tarde para controlar el apetito. Incluso una barrita energética nos puede hacer salir del apuro, en caso de que por trabajo u otras cuestiones no puedas hacer una parada para comer. Si, en tu caso, picas entre horas por ansiedad, destierra totalmente de tu vida y de los cajones de tu mesa de trabajo, las chips, galletitas, palitos de pan,...y procura tener siempre a mano un par de zananorias. Te sonará, tal vez, un poco extraño, pero te aseguro que el hecho de roer una zanahoria te calma la ansiedad, y, como añadido, a lo largo del año, por todas las propiedades que tiene, te va preparando la piel para lucir un bonito moreno el próximo verano.



- Beber mucha agua: este es el paso que a mí más me cuesta. Yo soy adicta a la Cocacola y apenas bebo agua. Así que, mi propósito es ir sustituyendo, poco a poco, este refresco por el agua. De momento, me he pasado a la Cocacola Zero, intento llevar una botellita de agua siempre en el bolso y en el coche y además de mi té matutino (que tan amorosamente me prepara mi maridito guapo cada mañana y desde aquí le quiero agradecer el mimito), también tomo una infusión trás la comida de mediodía y otra trás la cena. Es un tímido inicio pero, de la misma manera que os comentaba con el tema del deporte, la cuestión es incorporar los hábitos de manera paulatina y sin presiones innecesarias que sabemos que nos van a llevar a abandonar.


- Buscar un/a cómplice. En el trabajo, en casa,...Alguien que como tú, también tenga interés en recuperar los buenos hábitos y que te puede servir como apoyo moral hasta que estos hábitos estén tan incorporados en tu día a día que ya ni te plantees que estás haciendo un esfuerzo.

Como véis son unos pasos muy fáciles de seguir, así que, manos a la obra, chicas, que, aunque ha vuelto el calorcito, la nueva temporada ya la tenemos a la vuelta de la esquina.

Love,

Eva.

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