Cuando se acaba la calor pasamos unas semanas difíciles con el tema de la ropa. A primera hora de la mañana y a última hora del día refresca pero por el mediodía la mayoría de los días sube la temperatura y hasta tenemos calor. Por eso es la época ideal para lucir las medias mangas y las mangas de camisa.
El blusón que elegí para completar mi estilismo de sábado de compras para acondicionar la casa me lo compré en Stradivarius cuando estaba embarazada. Fué una época extraña en la que me apetecía ir con prendas holgadas pero no quería verme con ropa pre-mamá. No me preguntéis por qué. Supongo que manías de embarazada, que tuve unas pocas, porque mira que hay ropa bonita para esta etapa de la vida, pero yo, sencillamente decidí que este tipo de prendas no iban conmigo y, a excepción de los pantalones que, por razones obvias no podía comprar de ancho normal, el resto de ropa que compré fue no pre-mamá pero sí ancha y de la talla más grande para caber dentro.
De ahí que todavía hoy cuento con alguna prenda de aquella época que de vez en cuando me pongo porque me resulta muy cómoda. En el caso de este blusón, además de cómodo me parece super combinable en el color que tiene. Y precisamente el beige con el blanco de los jeans de Zara es una combinación que me encanta como queda. La verdad es que tanto el blusón como los jeans blancos forman parte de mis básicos.
Los zapatos nude son de la firma Zendra de El Corte Inglés, también de ahí es el bolso de piel en color cuero. Para completar, los complementos: reloj de Jorg Hysek, gafas de sol con una montura estupenda y colgante con figurita de bailarina comprado en una tienda de complementos de unas galerías de Zaragoza.
Outfit cómodo y resultón, no os parece?
Love,
Eva.
