Hola!!
Qué tal lleváis el "finde"?
Yo ayer tuve un día de locura.
Comenzamos el día en la iglesia. El peque tomará la comunión en 2018 y ayer a su grupo de catequesis les enseñaban el sacramento del perdón.
A media mañana, reunión con una novia lindísima y su futuro marido, que se casan en julio y les ha gustado mucho mi trabajo así que ya estoy a tope diseñando la decoración de su boda.
Después tocaba control de atletismo para el peque. Lanzamiento de pelota. Todavía tiene que entrenar mucho, pero tiene una técnica muy buena así que estamos en el buen camino.
Paradita para comer y rapidito a la feria Expocerimonia donde comparto stand con el equipo de profesionales de boda con los que colaboro habitualmente.
En definitiva que, excepto por el momento "pista de atletismo" donde la única opción posible era un outfit tan casual y sport, que no hubiese encajado en ninguno de mis otros compromisos, creo que el de ayer fue un look bastante versátil.
Quiero empezar hoy al revés: hablando del calzado. Y el motivo es que estos botines calcetín de Zara, que son super estilosos y combinan estupendamente con casi todo, para un día normal son comodísimos, pero para un día de trote como el de ayer, con muchas horas de pie, no son la mejor opción.
Una vez hecha la advertencia, paso al resto del outfit: el vestido es una versión del pullover con cuello de pico de toda la vida. Este en color marsala es de las rebajas de Mango. El abrigo negro es de Prymark. El bolso negro con tacks doradas de Versace. Y sobretodo quiero destacar las medias de encaje de Calcedonia y el collar de cuentas de colores, regalito que me trajo mi esplendoroso maridito de Las Vegas. Ambos complementos son los que les dan una personalidad especial al outfit.
Ya veis que yo ya me he rendido a la tendencia de las medias estampadas. ¿Habéis sucumbido vosotras también a ellas?
Love,
Eva.
