Hoy os quiero hablar de un nuevo descubrimiento para el cuidado del cabello.
Se trata de Tangle Teezer, un cepillo que lleva abriéndose paso en el mercado alrededor de un año y que se ha convertido en un auténtico boom.
Yo lo he conocido de casualidad. Gracias al papá de un compañero de clase de mi peque que tiene tiendas de productos de peluquería y, la verdad, le estoy enormemente agradecida porque no me puede ir mejor. Ya desde el primer momento en que me dio una pasada con el cepillo por un mechón de mi pelo noté la diferencia respecto del resto de cepillos.
El Tangle Teezer cuenta con un diseño diferente. No tiene mango, como sería lo habitual pero por su diseño ergonómico hace que sea fácil de manejar. Está realizado con un material plástico que facilita usarlo en la ducha, con la mascarilla puesta, con el cabello seco,...
Sus púas son flexibles y de dos longitudes con lo que obtenemos un doble beneficio: por un lado desenredamos el cabello muy fácilmente, sin tirones y sin romper el pelo, ni siquiera el más frágil y, por otro lado, cuando nos cepillamos estas púas nos dan un masaje en el cuero cabelludo que a la vez de proporcionarnos una agradable sensación estimula el crecimiento del cabello.
Los efectos inmediatos, con el cabello mojado es la facilidad para desenredar. Con el pelo seco me encanta lo sedosa que queda la melena y el volúmen que aporta. Se ve automáticamente más bonita. Respecto del brillo, que se supone que es otra de las bondades de este cepillo, no puedo decir nada todavía. Hace algo menos de un mes que lo estoy usando y no me veo el pelo especialmente brillante, aunque éste debe de ser un efecto a más largo plazo que ya os comentaré más adelante.
El Tangle Teezer se puede encontrar en diversos colores, tamaños para adultos y niños, versión para neceser de viaje,...
Os recomiendo que lo probéis porque os va a gustar de verdad. Yo estoy encantada con el mío.
Love,
Eva
