miércoles, 27 de agosto de 2014

Érase una vez...

Visitamos Odense. Visita obligada cuando se viaja a Dinamarca ya que es la ciudad donde nació y vivió Hans Christian Andersen, el conocido autor de cuentos infantiles del cual se sienten, y con razón, tan orgullosos los daneses. 






Allí se encuentra la casa donde nació y pasó su infancia y, dando un paseo por el centro de Odense, al otro lado de la catedral que también merece mucho la pena visitar, se llegamos al museo, donde se representan cuentos infantiles para niños aprovechando los jardines y el lago con casita de cuento incluída, podemos ver enseres, manuscritos,...que pertenecieron al autor y hacemos un recorrido por el interior de la casa donde pasó su edad adulta. Es muy interesante porque aprendes un poco más sobre la vida de un hombre al que todos le presuponemos una vida de cuento y, sin embargo, físicamente era un personaje demasiado alto y desgarbado para la época, con una nariz muy prominente, ojos hundidos,...que producía rechazo a quienes le rodeaban hasta que tenían la oportunidad de conocerle y descubrir un ser con una vida interior, una conversación, una inteligencia apasionantes. Esto le llevaba a escribir sus peculiares relatos y poemas. Una de las cosas que más me llamó la atención es una de sus últimas frases antes de fallecer donde decía que se había acabado el artista y por tanto se acababa la persona. Es lógico que sufriendo una enfermedad como la que le llevó a la muerte tuviese pensamientos de este tipo pero es curioso que relacionase su sequía artística con el fin de sus días.
Es la parte triste dentro de un entorno de cuento. 



Por la tarde nos fuimos a ver The Funnest Village, una recreación de Odense en la época de Hans Christian Andersen. Puedes ver cómo vivían, cómo eran los hogares por dentro,...Me parece una manera fascinante de que los niños aprendan algo de historia o, si son todavía demasiado pequeños para contextualizar lo que están viendo, como poco sí que se dan cuenta de que la vida de épocas anteriores era diferente a la nuestra y que no siempre existió la tele, la tablet de mamá o papá,...Y si encima son, como es nuestro caso, niños de ciudad, aprenden que durante siglos islas personas han convivido con animales.







Como la mayor parte del día la pasábamos en la ciudad, me apeteció darle un descanso a mis sneakers y me puse un outfit más urbanita compuesto por jeans de Mango, top de tirantes blanco de Calvin Klein, jersey glitter oversize de cuello en pico en dorado a juego con las slippers y chaqueta denim. Es un conjunto con el que me siento muy favorecida porque, no sé si lo sabíais pero me encantan los brillos!!

Love,

Eva.

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