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martes, 24 de marzo de 2015

De Caja de Jamón a Armario Auxiliar

Este DIY sólo es rápido de hacer para manitas y aficionadas al bricolaje. Para las que, como yo, nos gusta el bricolaje pero nos falta tiempo y mucho bagaje, requerirá la dedicación de varios ratitos o bien un fin de semana, ideal aquellos en los que llueve y no nos apetece movernos de casa...
Los niños pueden participar. De hecho mi peque ha colaborado y disfrutado muchísimo, pero, eso sí, recordad ponerles ropa vieja...


Vamos con el DIY.

Qué necesitamos?
Una caja de madera. Nosotros hemos reciclado una de un jamón, muy bueno por cierto, que nos regalaron las pasadas navidades y de ahí partió la idea.
4 ruedas pequeñitas
2 visagras
Tornillos pequeños
Hojas de fullola para las estanterías
Soportes para estanterías
Pintura del color que más nos guste. Yo la escojo 'Todo-Terreno' y así me ahorro lijar
Barniz para la última capa
Un pomo
Un imán de puerta
Herramientas: Brocha, paletina, rodillo pequeño para muebles, destornillador, taladro y sierra fina para madera.
Y no os olvidéis el disolvente para limpiar las brochas y posibles manchas de pintura.


Empezamos?
Lo primero que tenemos que hacer es poner las ruedas en la base de la caja para poderla mover más fácilmente cuando estemos trabajando con ella.




A continuación podemos pintar la caja y la tapa. Aunque todo el tiempo pueden colaborar como 'pinches' aquí es donde los críos pueden intervenir sin problemas y se lo pasan mejor. La última capa de pintura la damos nosotras para corregir errores y listo. Como nuestra caja tenía la marca del jamón en la tapa tuvimos que darle cuatro capas. 
Para finalizar el proceso de pintura, una buena capa de barniz. Yo quería darle un toque 'rústico' al mueble así que usé una paletina y fuí dando 'brochazos' irregulares...


Una vez la pintura está seca, podemos ya poner las visagras en tapa y caja para hacer la puerta.


Tomamos medidas del interior del mueble -ancho y fondo- para hacer las estanterías. Marcamos las estanterías en las fullolas y serramos.




Las estanterías también se tienen que pintar. Así que ésta es otra misión para los peques de la casa.
Después se decide a qué altura se quieren las estanterías y se colocan los soportes que, si son de los sencillos, ideales para este trabajo, llevan un tornillito incorporado que facilita mucho la labor.


Cuando colocamos las estanterías de mucha ilusión porque ya se empieza a vislumbrar el resultado final y es que ya solo quedan dos pequeños detalles...

Por un lado el pomo. El que yo he escogido sólo requería de un agujerito con taladro. Esto es lo que más me ha costado!!! Yo no me atrevía con el taladro, porque no soy experta (sólo algún cuadro que he colgado o algún adorno de pared) y me daba miedo dañar la madera. Y como aquí quien tenía que intervenir era mi marido, que es un encanto pero detesta cualquier trabajo de bricolaje y sólo los hace por pura necesidad, se ha alargado bastante el tema porque le costaba encontrar el momento. Ayer, por fin, se decidió y hemos podido acabar nuestro mueblecito. 



También colocamos un imán para que cierre mejor la puerta.




Y aquí tenéis el resultado final.

Yo lo voy a utilizar como armario auxiliar en el cuarto de baño, de momento, porque también pienso que me podría quedar muy bien en el vestidor para guardar los perfumes...



Os ha gustado? Pués, ya sabéis, manos a la obra y ya veréis que es más sencillo de lo que parece.

Love,

Eva.