Outfit más roquero con pantalón negro multibolsillos y t-shirt negra de Armani con logo glitter y para darle un toque romántico y que no se haga tan duro el look chaqueta de punto con flower print y botones dorados de Sprienfield y sneakers Nike en azul bebé y rosa.
Así es como me vestí para ir a Ribe a pasar el día en el Vickingcenter. A pesar de que nos llovió, y mucho, como a nossotros ni nos asusta ni nos acobarda la lluvia pasamos un gran día. En este poblado las personas que allí están emulando la vida de los viquingos no son actores sino voluntarios que pasan allí catorce días viviendo, durmiendo, vistiendo, lavando, cocinando, trabajando,...como lo hacían los viquingos en su época, renunciando a las comodidades actuales para vivir una experiencia única y, al mismo tiempo, los visitantes podemos disfrutar de mayor realismo. Además organizan actividades para toda la familia, cuenta con restaurante, zona de pícnic, parque tematizado para losW más pequeños, se puede alimentar a los animales de granja,...Aquí me di, o más bien mi marido me dió, un caprichito personal, un anillito de plata hecho a mano con herramientas y proceso de fabricación de la época viquinga.
Otra de las excursiones más que recomendables para no perderse en un viaje a Dinamarca. Pero no nos engañemos: Ese mismo día ya no volvíamos a la casita de Havdrup sino que nos íbamos a pasar los días restantes de las vacaciones en El Hotel Legoland de Billund y, aunque yo sigo pensando que Havdrup era cien mil veces mejor a mi hijo la ilusión que le hizo ver que entrábamos en el mundo mágico de Legoland, con figuras de Lego de todos los tamaños por todos sitios, piscinas de piezas de Lego para jugar por todos los rincones del hotel, un regalito, de Lego of course, para cada niño al llegar,...Bueno, su cara de felicidad y cómo me hizo sentir cuando nos dijo con esa carita de emoción "Gracias", realmente lo vale todo.
Love,
Eva.
