Si tienes prisa definitivamente esta no es tu receta. Ahora bien, si es uno de esos días lluviosos en los que te apetece quedarte en casa haciendo cocinitas, tienes pan duro y te sientes melancólica nada mejor que esta tradicional receta de la abuela.
En casa nunca comemos pan, pero cuando tenemos invitados o viene la familia, obviamente no podemos evitar la visita a la panadería. Siempre nos ocurre que por no pasar el apuro de hacer corto nos pasamos de bastante largo. Y detesto tirar el pan, así que con el sobrante solemos cenar ese día o al siguiente unos paninis que quedan buenísimos.
Lo que pasa es que tengo una temporada que me siento más creativa y en mi afán por innovar no se me ocurre otra cosa que volver a lo tradicional.
El otro día con el pan sobrante hice unas torrijas que nos merendamos con mis papis y hoy me ha dado por hacer migas!!
La próxima vez que haga torrijas os explicaré la receta con sus correspondientes fotos.
Hoy os enseñaré cómo he hecho las migas.
Ingredientes:
1kg de pan duro
Agua
1 vaso de aceite de oliva
Dientes de ajo según el gusto
Panceta y si quieres la versión fácil y práctica tiras de bacon que también quedan muy ricas
Chorizo
Estas cantidades para nosotros tres son correctas. Vosotr@s podéis adaptarlas al número de comensales de manera proporcional.
Cómo se hacen?
El primer paso es trocear el pan y ponerlo a remojo en un bol con agua.
Cuando el pan se haya reblandecido lo escurrimos y lo deshacemos un poco. Sobretodo hay que asegurarse que queda muy escurrido.
Rehogamos los dientes de ajo en el aceite en una sartén o cacerola a fuego lento para que el aceite coja el saborcito.
Cuando estén dorados ponemos el bacon y el chorizo cortado a daditos.
Le damos una vuelta sin que se frían demasiado y a continuación ponemos el pan.
A partir de aquí es cuando comienza el trabajo duro (o largo, mejor dicho...). Tenemos que ir dando vueltas al pan y si se forman bolitas hay que ir deshaciéndolas con la pala de cocina. El fuego lento, aunque podemos subirle un poco la intensidad si queremos acortar el proceso pero siempre sin dejar de remover y con mucho cuidado de bajar el fuego cada vez que veamos que se puede empezar a pegar el pan a la cacerola.
Cuando se vea el pan sequito y dorado (no torrado) es el momento de servir las migas y comerlas inmediatamente ya que como verdaderamente están buenas es recién hechas. Nunca las he comido recalentadas en el microondas pero imagino que no será lo mismo.
Un último consejo: como digo son lentas de hacer así que no se os ocurra poneros a cocinarlas a las 13h a no ser que no os importe acabar comiendo a las 16h.
Espero que os guste cocinarlas y comerlas después!!
Love,
Eva.
